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Escarceos

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31/7/2024

Un jabalí que suda, que suda en una cárcel de mármol sin pulir. Se golpea contra las irregularidades de las cuatro paredes para intentar lograr algo. No desea escapar, lo que quiere es comunicarse con otro jabalí al otro lado de la pared. Se mandan mensajes dando duros golpes a los muros que los retienen, esto les produce severas heridas.
Cuando uno de los dos derribe el muro por accidente, una estrella surgirá de una montaña en la tierra, se alzará hacia el cielo azul, e iluminará a todos los que la miren. Aquellos que no la miren no obtendrán clarividencia, y pasarán 1 de cada tres noches paseando de forma acelerada. Cuando transcurra más tiempo, los que ahora pasearán agitados por las noches se pondrán todos enfermos. Esto ocurrirá por el mal clima del invierno. No se abrigarán adecuadamente, y el aire frío dañará su organismo mientras ellos están demasiado ocupados autoconvenciéndose de que son fuertes por salir a pasear a esas horas tardías.
Una segunda estrella será lanzada hacia el espacio, llegará más alto que la primera, y permanecerá levitando con sus otras hermanas. Será gracias a una tronco de metal que creció en el interior de un árbol, serán los humanos los que hicieron esto. Pero el tronco era el hogar de los jabalíes, y todo se llenará de sangre, saliva, y marfil, cuando regresen después del cautiverio y vean su casa saqueada. Como venganza, los jabalíes devoraron a todos los que habían caído enfermos por los paseos nocturnos, y también impidieron el lanzamiento de la tercera estrella; esta última será entera de metal y no brillará nada.
Los humanos no permitieron este comportamiento de los jabalíes, y dieron caza a uno de los dos, para luego dejar al otro moribundo. El único jabalí con vida pidió clemencia, y le fue concedida. Se llegó a una tregua, el jabalí ayudó con el lanzamiento de la cuarta estrella, pero los humanos lo traicionaron en el último momento.
Antes de que la cuarta estrella empezase a moverse, una ardilla, enemiga del jabalí, convenció a los humanos de que no era seguro aliarse con una bestia de colmillos fiera como aquella. Los humanos se guiaron por lo que la ardilla les recomendó, y encerraron al jabalí dentro de la estrella para que ascendiera con ella.
Desde entonces, el jabalí aguarda en lo alto de los cielos para regresar a la tierra. Su viaje no lo mató, y en cualquier momento bajará para hacer sufrir a los humanos por su falta de lealtad.

30/7/2024

Un yermo rojizo era el lugar donde vivían unos niños. Un lugar sangriento, repleto de caos y discordia. Todos los niños disfrutaban jugando juntos a lo que más les apeteciera en ese momento. Eran todos esclavos de un organismo superior que los había encerrado en sus entrañas, pero el organismo superior fue inteligente, y a cada niño le mandó las tareas que más placer le dieran. De este modo, la vida de aquellos niños era apacible y todos se lo pasaban en grande cada día.
Pero hubo un niño que no estaba contento que la tarea encomendada. En un principio, ese era el trabajo que más le gustaba, pero fue madurando con el tiempo, y se dio cuenta de que era capaz de manipular sus propios gustos y apetitos. Este niño entendió que lo que más placer le daba eran los actos en los que el placer se demoraba, los que no eran sencillos y requerían de más tiempo y sacrificio. Así pues, el niño cambió sus gustos para sentirse más acorde con su propia naturaleza y futuro destino.
El organismo superior no lo toleró, y mandó a otros niños para que matasen al niño rebelde. Ya era demasiado tarde, el niño rebelde había cambiado a unos gustos mucho más nobles, a unos más iracundos, a unos más inhumanos, a unos más brutales. El niño rebelde escuchó sus alaridos favoritos, y con una gran furia en sus ojos, descompuso en segundos a sus antiguos compañeros. Nació en él un sentimiento de culpabilidad, y desde entonces no volvió a hablar con nadie, pero siguió realizando la nueva tarea que él se había encomendado. El niño rebelde no se detuvo hasta que enfrentó al propio organismo superior, y segundos antes de matarlo, este le reveló que ninguno de los niños podría existir sin él. Era cierto, el organismo aislaba a los niños de los males externos, les protegía y a cambio pedía que realizaran tareas para él. Pero, eso ya no importaba para el niño rebelde, había descubierto que podía convertirse en el ser más grande, que podía manipular su propia esencia para ser aquel capaz de matarlos a todos.
De este modo, el niño asesinó a su protector, y la realidad se abrió para él. Los males del mundo lo invadieron, volvieron su fuerza contra él, y le obligaron a no poder mutar sus emociones y gustos nunca más. Así, el niño rebelde, permaneció toda la eternidad devorando sin ser jamás devorado. Vivió por siempre sin ser capaz de negar esa necesidad por la furia clamosa, siempre rugiendo, siempre destrozando. Con fuego en los ojos y sangre entre los dientes, el niño se convirtió en una leyenda aniquiladora.

29/7/2024

El trabajo de un par de zapatos es el de hacer cómodo el andar de su portador. Estos eran de cuero, cuero color tierra pálida, y siempre acompañados con una polvareda suave y blanca. Los zapatos no eran capaces de resistir la tentación de no cumplir con su obligación, querían desesperadamente que nadie se los pusiera jamás. Ellos sabían que eso estaba mal, por eso probaban un método tras otro para no pecar de nuevo. Nada dio resultado, siempre acababan recayendo.
Hubo una vez que los zapatos aguantaron mucho tiempo sin sucumbir al deseo de que nadie metiera sus pies en ellos. Pero, justo cuando los zapatos pensaron que ya habían superado ese gran defecto, que ya podían volver a ser normales junto con sus otros compañeros calzados, un par de ojos fueron su perdición. Eran dos ojos castaños muy oscuros que flotaban suspendidos en el espacio por donde los zapatos caminaban, muchos otros calzados decían que eran los ojos más bellos que nuca podrían haber presenciado, pero los zapatos de cuero no veían esa misma belleza. Hasta que un día los ojos miraron directamente a los zapatos de cuero, entonces, estos últimos comprendieron el hechizo. Esos ojos eran capaces de absorberte en un instante. No eran de un color vivo, pero, la absoluta falta de luz y brillo en ellos, hacían que no pudieran dejar de estudiarlos con pasión.
Los ojos comenzaron a moverse para que los zapatos de cuero los siguieran. Los zapatos de cuero recordaron todos aquellos que estaba mal, recordaron cuál era la razón de que ellos mismos se hubieran puesto restricciones para no caer en tentación, pero esos ojos era demasiado hermosos como para poder presagiar algo malo. Era tal la perfección enmarcada en ellos, que era imposible que fueran vástagos del diablo.
Así pues, los zapatos de cuero pasaron mucho tiempo estudiando y ejercitándose para poder compararse con aquellos ojos. Solo cuando los zapatos de cuero alcanzaron un estado de fuerza y disciplina absoluta, fueron capaces de devolver la mirada a los bellos ojos con pestañas y cejas de carbón. Solo un instante, eso fue lo único que necesitaron los zapatos de cuero para hacer estremecer a aquellos ojos. Los zapatos de cuero observaron con detenimiento a los ojos, que ahora ya no eran capaces de absorberles, y contemplaron como ahora poseían una mirada de temor. Los zapatos de cuero comprobaron aquel temor, y toda la belleza de aquellos ojos se perdió en el miedo.
Los zapatos de cuero dejaron atrás a los ojos, pues ya no eran atractivos si tenían miedo. Los zapatos de cuero se dieron cuenta de cuanto habían aumentado su control sobre sus tentaciones, todo había sido gracias a los ojos que le habían cautivado en el pasado, así que se marchó en busca de cosas aún más bellas, para así no dejar jamás de crecer en fuerza de voluntad.

28/7/2024

La última vez que me permití viajar al pasado me perdí en mis recuerdos, estos me atraparon con largos brazos espectrales, como si perteneciera más a ese tiempo que al de ahora. Las personas son iguales, no cambian, pero, parece ser que mis memorias endulzan todo lo que se quedan para ellas. Por todos lados oigo señales de que llega el apocalipsis, de que el fin se aproxima; yo soy un cobarde y solo puedo encerrarme en mi propio ser para revisar cada momento de mi vida pasada.
El pasado no es siempre feliz para mí, existen muchos acontecimientos que me producen una gran agonía y malestar. Otras veces envidio mi persona de antaño, pues tenía tantas oportunidades y tanto tiempo... No necesito a nadie, eso solía repetirme, y ahora muero solo. Aun en el fin de los tiempos, no hay nadie que se preste a abrazarme, ninguna mujer a la que pueda besar, ningún niño que me admire mientras recorre los logros de mi vida con un inocente brillo en los ojos. No me arrepiento de ninguna de mis decisiones, ni de las desquiciantes y vergonzosas, pero me habría gustado que mi tiempo se extendiera un poco más. Aún soy muy egoísta, no puedo librarme de esa necesidad de hacerme un hueco frente a los ojos de todos.
Si salgo un momento de mí mismo, si me desprendo de mis recuerdos, solo veo miedo en el presente. No es el mío, yo ya no temo nada, son los demás, las otras personas egoístas. En vez permanecer quietos esperando su muerte, sienten la necesidad de correr y gritar para intentar salvar sus vidas; es muy molesto. Lo que necesito ahora es silencio.
Ya está, los he matado a todos. Era necesario, ¿verdad? Quiero decir, este es uno de los momentos más importantes de mi existencia, voy a morir por primera y única vez; es apropiado que lo que sienta ahora sea calma. Pero, no podía encontrar esa paz si la gente me distrae. Ahora que la tengo, ya puedo meditar.
No temo a nada, todo lo que debería ser temido queda desvinculado del miedo porque es temporal y pasajero. Solo los males persistentes y eternos deberían darme miedo. Esto me lleva a lo siguiente: ¿Debería temer lo que viene tras la muerte? Para temerlo debería suponer que es eterno. Podría ser un bienestar eterno, podría ser un malestar eterno, o podría simplemente no ser nada. Creo que ya hubo alguien que pensó sobre esto antes de morir envenenado por mano de sus vecinos, no repetiré aquí sus palabras, pues él mismo nunca quiso que su sapiencia fuera divulgada de forma escrita. Pero, creo que no debería temer las formas que mi ser adquirirá tras la muerte, aunque sean eternas e inmutables, en todas encontraría alguna forma de no aburrirme.
Ahora sí que estoy aburrido, espero que todo empiece pronto.

27/7/2024

Si hubiera polvo sobre el cielo negro, una carcajada se oiría en todos los lugares de en sueño. Si la gente no mintiera cuando se miran al espejo, la vida sería mucho más corta, pero la vivirían mejor. Cuando la oscuridad llegue se asomarán los pájaros de alas delgadas y afiladas, estos volarán para anunciar que el tiempo de perdón ya se ha terminado; irán y vendrán de cada nación para portar ese mal presagio. Y largos colmillos brotarán de la tierra, esa será la señal de que los 800 hombres que perecieron a manos de La Corrección habrán recibido al fin justicia.
La servidumbre se rebelará contra sí misma, pues los 800 les dijeron como debían hacerlo. Si no hubiera sido así, la oscuridad no habría llegado nunca. Entonces, los pájaros que volaban con la mala nueva, se posarán todos al mismo tiempo y mirarán en una única dirección. Las aves permanecerán inmóviles mientras recuperan el aliento mirando hacia al sur. En el sur se estará gestando una nueva vida traída al mundo por pura y eventual casualidad. Cuando la nueva vida nazca, los pájaros volverán a levantar el vuelo, y crearán para el nuevo ser una armadura.
La armadura estará formada por los picos y garras de las aves malditas, y cuando el nuevo ser la porte, tendrá el poder de invocar a la risa primigenia. Cuando esa prenda de oscuridad se muestre por primera vez sobre los hombros de su casual portador, llegará finalmente la oscuridad absoluta, y el nuevo ser podrá entrenar para volverse más fuerte.
Pasará toda su vida combatiendo con las ilusiones que la armadura le mostrará, no descansará hasta que nada ni nadie sea capaz de tocarlo, hasta que se vuelva invencible. Llegará la hora en la que toda preparatoria habrá terminado, y los 800 regresarán desde el reino de muerte que habían fundado. Los 800 arrancarán y arrastrarán los colmillos brotados por toda la tierra, y le darán nuevas tierras aradas al portador de la armadura, pero él no comprenderá este regalo, y enterrará a los 800 con su nueva fuerza.
Cuando esto ocurra, los picos y garras de la armadura negra resonarán y temblarán con la carcajada infinita. El portador no usó bien el poder de la armadura, y ahora, esta última se desintegrará en diminutas partes en frente de sus ojos.

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“Que tus actos sean causa, no causados”
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